domingo, 12 de febrero de 2017

El cuero a finales del siglo XVI en Jaén (I)



“Tiene [el reino de Jaén] suelo acomodadísimo para el pasto de todos tiempos, las campiñas para el invierno, y montes de Sierra Morena…y pastos comunes dehesas y sextos particulares, en quienes se sustentan , apacientan y crían todas especies, suertes y diferencias de ganados, no solo domésticos…de la bondad y abundancia de las carnes resulta un particular trato, comercio y mercadería en esta ciudad, y es la mucha y estimada corambre que en ella se adoba, y labra, a que ayuda la bondad de las aguas, y por esta causa hay gran número de tenerías, que son miembros de hacienda muy considerable en ella. Hay mercaderes de cordobanes y toda suerte de corambres muy hacendados, ricos de dinero y caudalosos de bienes. Los cordobanes no reconocen ventaja a otros del mundo, porque son tan buenos como los de Córdoba, que es quien a las pieles de cabrío adobadas dio nombre de cordobanes, como a las de pergamino Pérgamo, patria del gran médico Galeno. Las badanas[1] y baldreses[2] son sin número, y de gran bondad como lo testifican los muchos guadamecíes que en esta ciudad se labran con estimada curiosidad los hermosos chapines, y chinelas, pues el aseo, del demás calzado de servilletas, zapatos, borceguíes[3], botas y vacuno, obra prima y basta, es otro miembro de hacienda notable. De pieles labradas, y por labrar se produce muy gran parte de España por su muchedumbre y bondad.”
Bartolomé Ximénez Patón, 1628



[1] Piel curtida y fina de carnero u oveja.
[2] Piel de oveja curtida, suave y endeble, empleada especialmente para guantes.
[3] Calzado que llegaba hasta más arriba del tobillo, abierto por delante y que se ajustaba por medio de correas o cordones.

La completa cita de Ximénez Patón introduce a uno de los sectores en los que tengo mayor interés en investigar en mi proyecto "Las Columnas del Santo Reino", que es el del cuero. Este producto que aún hoy en día sigue siendo un material de gran uso y difusión, en la Edad Moderna lo era aún más, pues ocupaba el espacio que hoy monopolizan los ubicuos plásticos. De cuero se hacían recipientes –odres, botas de vino, faldriqueras, monederos, bolsas–;zapatos y botas, guantes, sombreros, cinturones, correas, capas, etc. Además, el cuero se labraba y pintaba o doraba en forma de cordobanes y guadamecíes, que servían como recubrimiento para objetos –libros, arcas, mesas– o incluso habitaciones y como cuadros en las mismas. Por mis investigaciones precedentes tengo referencias a que estos cordobanes y guadamecíes de la ciudad de Jaén a finales del siglo XVI fueron exportados, y en cantidades notables, tanto a Italia como a las Indias.

Jaén además contaba con las materias primas necesarias para dicha producción. En primer lugar el reino de Jaén disfrutaba una cabaña ganadera notable, con ganado caprino, ovejuno y vacuno, animales cuyas pieles eran procesadas para producir los cueros; no obstante, el sector llegó a ser tan potente en algunas épocas que Jaén tuvo que importar pieles de reinos cercanos como Murcia o Granada o no tan cercanos como Extremadura (Fregenal) e Irlanda.


Pastor con su ganado. Phillip Peter Roos (s. XVII)


En segundo lugar, y esto es mucho menos conocido, en Jaén se cultivaba un tipo de arbusto llamado zumaque (Rhus Coriaria) que en su corteza y hojas cuenta con alto contenido en taninos, sustancias indispensables para el curtido de las pieles. Esta planta era conocidad desde la antigüedad en Jaén. En el siglo X en el Calendario de Córdoba se afirmaba que en Jaén y Córdoba se producía en cantidad para el curtido de las pieles.



Zumaques de tonos amarillos, naranjas y rojizos junto a los omnipresentes olivos (Alcalá la Real)

En los protocolos notariales de Jaén estoy encontrando abundantes referencias a "zumacares" o plantaciones de estos arbustos, que generalmente ocupaban las tierras de peor calidad, siendo un complemento ideal a olivos, viñas o moraledas. Un buen número de arrendamientos, compraventas y otros documentos relacionados me indican la gran presencia de estos cultivos en la comarca de la ciudad de Jaén, directamente ligados a su función como curtiente para el cuero.

Aún no conocemos la producción de esta sustancia a finales del siglo XVI en Jaén, pero por ejemplo en la ciudad de Alcalá la Real, en 1752, los zumacares de este lugar producían 968 arrobas, es decir, más de 11 toneladas de esta sustancia. Podemos encontrar interesantes informaciones sobre el zumaque en este artículo de E. García y L. Ramón-Laca:


También se curía utilizando ciertas cortezas de árboles (generalmente del género Quercus, es decir las encinas y los robles). En la documentación aparecen cueros curtidos de corteza e incluso se habla de "troncos de corteza" que se venden junto con los cueros. El precio de este producto es demasiado alto para tratarse de un trozo de madera, por lo que me inclino a pensar que sea la parte central del cuero de vaca, curtido con corteza. Sin embargo, troncos tambien son "conos" y parece que de esta manera se comercializaba la corteza molida, como se ve en la imagen de abajo. Si algún lector tiene noticias al respecto, le agradecería que dejara algún comentario.



Curtidor medieval curtiendo pieles con corteza y los conos de corteza en la tarima de arriba

El proceso del curtido de los cueros se llevaba a cabo en una instalacion preindustrial conocida como tenería. En este lugar se encontraban varias decenas de tinas donde se preparaba el zumaque y se introducían los cueros, en un proceso muy controlado. Hoy en día son famosas en ciudades marroquies como Fez o Marrakesh pero en la Edad Moderna se encontraban en casi todas las ciudades de los reinos hispánicos.




Imagen de una tenería en la actual Fez. Nótese los cueros apilados en montones.

Hemos localizado hasta seis tenerías en la ciudad de Jaén para el siglo XVIII,  en el catastro de Ensenada, y todas ellas contaban "con su piedra para moler zumaque". En Alcalá la Real, esta misma fuente nos habla de tres. He encontrado el arrendamiento de una de ellas en poder de Pedro Hernández de Jaén.

Ya tengo localizados a varios mercaderes de corambre comprando pieles en Huéscar, Murcia, Granada para luego importarlas a Jaén. A veces el pago a los ganaderos no se hacía en efectivo sino en cueros curtidos o incluso en ricos guadameciles. La familia Martínez de Alcázar contaba con varios miembros en este negocio. Antón, Cristóbal y el jurado Bernabé Martínez de Alcázar, ya activo en 1580,  que no solamente compraba las pieles sino que vendía en lugares lejanos como Sevilla, el cuero ya elaborado en forma de cordobanes. Esto me indica que tendía a controlar todo el proceso, lo que lo convierte en un verleger o mercader-empresario. También aparecen Pedro de Cazorla, Antón Terrones o Alonso Sánchez, activos en este mercado. En una entrada posterior hablaré de los derivados del cuero producidos en Jaén: cordobanes, guadamecíes y diversos tipos de calzado. Hasta la próxima entrada!.




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