sábado, 18 de febrero de 2017

Diario de una investigación (IV): Semana del 13-17 Febrero





De nuevo, las espectaculares tenerías de Fez en la actualidad. En Jaén hubo instalaciones similares en los siglos XVI y XVII.

Esta semana, a partir de las referencias a Bartolomé Martínez de Alcázar de la semana pasada he continuado investigando el comercio del cuero en Jaén. 

Los días 13, 14, 15  de febrero comprobé que las fichas del archivo no solo estaban en lo cierto en torno al escribano Alonso Pérez de Rivera, sino que se quedaban cortas, pues no reflejaban todos los documentos, sino solo una pequeña muestra. Este escribano trabajaba con varios mercaderes de corambre –el citado Martínez de Alcázar, Juan de Palma, Pedro de Cazorla, Juan Ramírez, Rodrigo Alonso Carrasco– que venden sus productos –cueros curtidos de zumaque y corteza, troncos, cueros blancos, cordobanes, badanas, baldreses– a los zapateros locales, pero también a algunos más alejados de los reinos de Córdoba, Sevilla y Granada. Hay referencias a agentes –al menos de Martínez de Alcázar– en otros lugares.  Compras de zumaque,  e incluso hay ventas de cueros llegados desde muy lejos: el mercader giennense Francisco López de Almagro Morillo, vende "lomos de frixinal" (Fregenal de la Sierra, Extremadura, conocido por su industria del cuero) a zapateros locales. También parece un buen lugar estos protocolos de Pérez de Rivera para encontrar información sobre sus primos hermanos Nicolás y Juan de Rivera, confirmados como verlegers de tejidos de sedas en Jaén, y otros mercaderes similares como Alonso de la Fuente. He decidido trabajar intensivamente esta escribanía. 

El día 16 realicé catas a este escribano por su límite temporal superior. En 1600 Alonso Pérez de Rivera ya no tenía clientela corambrera y finalmente compartía su escribanía con Miguel de Minguijosa Cobo. Algunas ventas de paños y sedas. Sus clientes seguramente se irían a otro notario, pues según Ximenez Patón, aún en 1629 la "industria" del cuero en Jaén tenía relevancia. 

Por la tarde visité la biblioteca del Instituto de Estudios Giennenses. Como no podría ser de otra forma busqué publicaciones sobre tenerías, cuero, cordobanes y guadameciles. Algunas entradas del cronista Alfredo Cazabán en la revista Lope de Sosa hacían referencias a las tenerías de los condes de Villardompardo en la parroquia de la Magdalena regadas por el agua del raudal. 

No sabía nada de este raudal aunque había pasado por delante para ir o salir del archivo. Se trata de la gran fuente de Jaén, a la que seguramente debe la ciudad su emplazamiento. Un caudal de agua enorme "como el tronco de un buey" que regaba las fuentes de la ciudad y abastecia de agua las tenerías cercanas. El raudal es también donde se ubicaba la guarida del "lagarto de Malena o Magdalena" un ser legendario –tal vez una sierpe o un dragón–acorde con la antiguedad del lugar, conocido seguramente antes de la época romana y centro del Yayyan omeya.  


Raudal de la Magdalena

En esta biblioteca, también encontré un catálogo sobre guadameciles de Córdoba y Jaén de 1924, piezas que en su mayoría se encuentran en diversas colecciones de la ciudad de Córdoba. Piezas similares a la que reproduzco aquí y a las que dedicaré alguna entrada en el futuro.


Guadamecí (s. XVI-XVII). Museo del Arte de la Piel. Vich.

Di por terminada la semana de investigación en el archivo el viernes día 17 de febrero cuando opte por cambiar un poco de escribano y volver a consultar los protocolos de Alcalá la Real. Aquí se trataba más de seguir buscando datos del mercader Pedro Hernández de Jaén "aquel de los muchos tratos" en los protocolos de Francisco Jiménez. Así que continué subiendo por los primeros años del siglo XVII, hasta un año donde ya no salía el mercader en los índices. Desgraciadamente este escribano no tiene la serie completa, hay saltos, por lo que no podemos saber si se han perdido numerosos documentos o no. Opté por consultar otro escribano, Jerónimo Ramírez, que de la misma manera dejaba de tener referencias a Hernández de Jaén a partir de 1608. ¿Moriría por estas fechas este mercader?. 

La semana pasada encontré un documento muy interesante, pero hasta este día no pude fotografiarlo. Se trataba de unas cuentas entre el citado Pedro Hernández de Jaén y el curtidor Hernando de Ibáñez y su mujer María Clavera, vecinos de Alcalá la Real. En las cuentas se refleja que Ibáñez y su mujer tenían arrendada una tenería –recordemos el lugar donde se curten los cueros– en Alcalá la Real propiedad de Hernández de Jaén, por la que pagaban una renta de 12.000 maravedíes al año. Entre 1582 y 1585 estuvo arrendada a los Ibáñez. El mercader les suministró 376 carneros vivos y unos 250 "pellejos de machos". A cambio el matrimonio le entregó al menos 21 docenas de cordobanes y ciertas cantidades en efectivo, corriendo a su costa el zumaque "que pagó a uno de Luque". 



Curtidor en Núremberg trabajando las pieles (1609)

Un anuncio. Voy a participar con los profesores Delgado Barrado y López Arandia, seguramente a finales de marzo en la Universidad de Jaén, en un seminario para presentar los proyectos –este entre ellos– que el Instituto de Estudios Giennenses nos está financiando a los tres. Os mantendré informados.

Hasta la próxima entrada!




2 comentarios:

  1. La tenería de Alcalá (muy posiblemente en la que se hacían los trabajos más "industriales", por el volumen de agua y el despoblado, por los olores) se sigue conservando, aunque con otro nombre. Es la Fuente del Rey, a unos pocos kilómetros de Alcalá, en una aldea. Merece la pena visitarla. Enhorabuena por el blog y por el trabajo estupendo que está haciendo. Un saludo cordial.

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  2. Muchas gracias José! Muy interesante lo que me comentas. A ver si me escapo a Alcalá algún día. Saludos.

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