sábado, 29 de abril de 2017

Los vinos de Jaén en la Edad Moderna: El caso de Alcalá la Real


                                       

Detalle de copa de vino blanco en un bodegón de George Flegel, s. XVII

"[Martos] tiene buenos vinos torronteses y albillos y aloques"
Francisco Delicado, La lozana andaluza, 1529

“La abundancia y bondad del vino [del reino de Jaén] es muy notoria, para su abundancia basta ver que tanta gente que habita este reino se sustenta de sus bodegas, y viñas sin traello de acarreto antes se sucede dallo a otras provincias. La bondad comúnmente es de buen nombre, y algunas bodegas y suelos hay de muy aventajado, y excelente; como son Martos, Úbeda y otras partes”

Bartolomé Ximénez Patón, Historia de Jaén, 1628

"[Alcalá la Real es] abundantísimo en pan y en vino: lo mejor del reino de que abastece a Granada, con privilegio que tiene para meter vino en Granada tres meses al año que son los de mayor gasto, de mayo, junio y julio"
Francisco Henríquez de Jorquera, Anales de Granada, mediados s. XVII

“De Andújar, Martos y Torrejimeno en el reino de Jaén. También se celebran en el siglo 16 los vinos de Torrejimeno aunque no tanto como el de Martos. Se decía entonces de este que era tardo en formarse” “De Alcalá la Real en el reino de Jaén, algo dorado: se conserva muy bien. Se celebró y se consumía en Granada con el del Castillo de Locubín desde principios del 16" “De Úbeda y Baeza y Torrecampo en el reino de Jaén, más o menos clarete, de poca dura. El vino de Torre-campo se celebraba ya a principios del 16 o antes, aunque no tanto con el de Úbeda. Uno y otro se reputaban medicinales. El de Baeza empezó a tener nombre algo más tarde”


Agricultura General de Gabriel Alonso de Herrera, Edicion Matritense, Adiciones, 1818-1819    

El vino del reino de Jaén, como puede verse en las citas anteriores, tuvo fama durante la Edad Moderna. Hoy  en día, ensombrecido por la ubicuidad del olivo y la calidad del aceite que de él se obtiene, el vino de Jaén se reduce a unas pocas bodegas en Alcalá la Real, Andújar, Arbuniel, Frailes, Torreperogil, Bailén, Lopera y Puerta de Segura que luchan por abrirse camino en un mundo muy competitivo dominado por las grandes regiones de Rioja y Ribera del Duero. Sin embargo, en la Edad Moderna el vino en algunas localidades superaba abiertamente la superficie dedicada al olivo. Felipa Sánchez Salazar a través del Catastro de Ensenada nos da una visión de la importancia de las viñas en el paisaje del Santo Reino.

Superficie de vid cultivada según el Catastro de Ensenada 1752 (F. Sánchez Salazar)

Localidad
Superficie (Has)
% de superficie de viñedo
Andújar
4.369,42
              15,56
Úbeda
   872,73
                2,90
Alcalá la Real y Frailes
   685,96
                2,43
Baeza
   582,00
                4,75
Torres
   504,73
              12,66
Jaén
   441,62
                1,29
Torre del Campo
   378,54
                5,91
Villanueva del Arzobispo
   224,28
                3,07
Arjona
   201,21
                1,46  
Bailén
   183,96
                2,77
Martos
   172,46
                0,96
Cambil y Arbuniel
   150,00
                4,54
Torreperogil
     65,29
                0,84 
Lopera
       0,00
                0,00 
Puerta de Segura
       0,00
                0,00 

Como vemos Andújar estaba a la cabeza de las poblaciones jiennenses por número de hectáreas cultivadas y por tanto por ciento cultivado con respecto al olivo o al cereal. Don Antonio Terrones de Robles, decía en 1657 en su Vida de San Eufrasio aquello de que Andújar era "abúndantísima también de pan, y vino famoso". 

Muy alejadas le seguían Úbeda, Alcalá la Real, Baeza o Torres. El vino de Martos tan famoso en el siglo XVI ocupaba muy pocas hectáreas a mediados del XVI, pero aún tenía fama, si atendemos a lo que se decía de el a principios del XIX. 

Del vino de Alcalá la Real ha escrito mucho José Rodríguez Molina. Privilegiado por los Reyes Católicos y sus sucesores como el único vino que podía venderse en verano en la ciudad de Granada sabemos que se consumía en la ciudad de la Alhambra en grandes cantidades. En 1595, por ejemplo, en las 1500 tabernas que había en la ciudad se escanciaban en mayo junio y julio 150.000 arrobas de vino (casi 2.5 millones de litros de vino) en una población de unos 50.000 habitantes. Nada más llegar a la Alhóndiga de Granada el vino se vendía dentro de ella en bancos y mesas donde la gente se emborrachaba "especialmente moriscos y esclavos". Granada, más de 400 años de experiencia haciendo botellón.

Corral del Carbón antigua Alhóndiga de Granada

Sin embargo, esta situación privilegiada cambiaría con el tiempo. La sociedad granadina comienza a producir sus propios vinos y el vino de Granada terminará enfrentándose al de Alcalá. No en vano era la élite granadina la que era dueña de las viñas y lagares, interesados en vender su propio vino y no el foráneo.

En la primera y segunda década del siglo XVII, a partir de documentación del Archivo Municipal de Alcalá la Real –datos publicados por Francisco Martín Rosales– parece que la producción decae un poco, pero sigue siendo notable.

1608  15.000 @--> 244.950 litros
1609  30.673 @--> 500.890 litros
1615  17.734 @--> 289.586 litros

El vino de Alcalá no solo se vendía en la ciudad de Granada sino que lo hacía en buena parte de los reino de Granada, Jaén y Córdoba. 

Lugares donde se vendía vino de Alcalá la Real a principios del siglo XVII

En el siglo XVIII gracias al Catastro de Ensenada sabemos que la superficie dedicada a la viña alcanzaba las 1910 fanegas, distribuidas entre 1ª calidad 396, 2ª calidad 898 y 3ª calidad 616. Las fanegas dedicadas a olivar en esta fecha eran únicamente 873. Hoy el olivar llena los campos alcalaínos.

En el catastro también se habla de los pagos dedicados a la viña y su producción: “cada fanega de viña de los sitios de Puertollano, Callejón, Redondal, Saetilla, Cañada de Marmieves, Lagar del llano y Nava se ocupan con 1.200 cepas, que producen si son de 1ª calidad 21@ de vino 2ª 12@ de vino 3ª 6@ y su precio es 6 reales/@ y cada fanega de esta especie en los sitios de Camuña, Prado gordo, Caserias, Piedra de molino, Cañuelos, Rosalejo, Solana de Montefrio, Torre de los llanos, Monterrey, Torcales y Zelada se ocupara de 800 cepas por ser estas más grandes y producen 1ª 26@ 2ª 15@ 3ª 8 @”  y su precio a 5 reales “porque aunque son de más producir, las viñas de estos sitios que las de aquellos, es de la mejor bondad el vino de aquellos sitios, que el de estos”.

Se llega a decir que Alcalá la Real contaba con 59 lagares, de los que al parecer únicamente se conservan dos. Los lagares o prensas de uva, se componían de una viga –similar al de las almazaras de aceite– que prensaba el pie o montón de uva obteniendo el mosto.
Esquema de un lagar de viga

A partir de la documentación del Archivo Histórico Provincial de Jaén he encontrado una relación directa entre las oligarquías locales y la posesión de lagares y viñas. Se puede ver una continuidad entre los linajes de los regidores del siglo XVI y los del XVIII, todos ellos poseedores de viñedos y fabricantes de vino. Tanto que podríamos hablar de una "élite vinatera" para el caso de Alcalá la Real.

Efectivamente a finales del XVI regidores como el doctor Luis de Frías que lo fue al menos entre 1582 y 1611 tenían viñas y lagares. Frías tenía unas 13 aranzadas de viñas en Charilla y en la Mata que cavaba por medio de cuadrillas de unos 15 operarios. Una aranzada equivale a 0.44 hectáreas. El mismo producía vino en su bodega. En 1580 vendió 1000 arrobas de vino (16.334 litros de vino) que tenía en 21 tinajas siendo la mitad joven y la mitad añejo a 4 y 5.5 reales por arroba. Dos años más tarde vendió 1600 arrobas de vino blanco torrontés que tenía en 35 tinajas a 3 reales por arroba. El cuñado del anterior, Juan Vázquez Mexia, regidor entre 1600 y 1605 tenía su lagar y 30 aranzadas de viñas en Valcargado.

El hijo del judaizante Pedro Hernández de Jaén "el de los muchos tratos", Juan Méndez Zamorano, regidor de Alcalá entre 1591 y 1602, tenía dos viñas: una de 34 aranzadas con su lagar en Camuña –hoy Acamuña– y otra de 26 aranzadas en Puertollano. Aunque no tenemos referencias a ventas de su vino, estoy seguro que lo hizo a través de la red comercial de su padre, especializada en surtir de carne, aceite y vino a poblaciones cercanas.  Los tres regidores anteriores representaban a los advenedizos, a recién llegados al poder municipal de Alcalá. Frente a ellos encontramos familias "antiguas" descendientes de conquistadores de la ciudad. Tanto unos como otros tenían la producción de vino entre sus actividades económicas. Así, Pedro de Pineda Góngora, regidor en 1584 tenía un lagar y 15 aranzadas de viña en Montefrío. Su pariente Juan de Aranda Góngora, regidor en 1582 tenía "veinte aranzadas de viña con su lagar en la Moraleda".

Si saltamos en el tiempo hasta mediados del siglo XVIII vemos como los regidores alcalaínos, muchos de ellos descendientes de los anteriores, siguen poseyendo viñas y lagares. Por ejemplo don José Serrano de Contreras tenía 4.5 fanegas de viñas con su lagar en la Bocacharilla. doña Francisca de Tapia, doncella de 80 años en 1752, dueña de un oficio de regidor, tenía tres lagares; uno en Cañuelo con 8 aranzadas de viñas, otro en Camuña con 8 y otro en Monterrey con 20, incluido este en el mayorazgo del licenciado Miguel Ramírez Terrones, probablemente sobrino nieto del obispo de León. Don Pedro de Góngora Gadea, regidor perpetuo y descendiente de un hermano de aquel Pedro de Pineda Góngora, tenía el mayorazgo fundado por el advenedizo Juan Vázquez Mexia con las nueve fanegas en Valcargado que poseía aquel en 1605, eso si, sin su lagar. Vemos como los antiguos enemigos de facción se habían fusionado por vía matrimonial dando lugar a una nueva élite mixta. El sucesor de los Méndez Zamorano, don Fausto Fernández de Moya contaba con un mayorazgo que incluía, entre otros bienes, un oficio de regidor, el cortijo de Puertollano –ya sin viñas– y la viña en Camuña ahora con 12 fanegas de vides y sin lagar, cargada con una memoria fundada por Juan Méndez Zamorano, su poseedor a principios del siglo XVII. En estos pocos ejemplos vemos como en Alcalá la Real entre el siglo XVI y el XVIII se han abandonado lagares y arrancado viñas, aunque el sector vitivinícola aún se mantiene. Su caída vendría en los siglos siguientes con la plaga de la filoxera, de la que no se recuperaría. Hoy solamente la bodega de Marcelino Serrano sostiene la tradición de siglos de buen vino de Alcalá la Real.

Todo parece indicar, como adelantaba al principio, la clara vinculación entre élite y producción vitivinícola. La Historia Social y sus herramientas, el cruce de fuentes y la reconstrucción genealógica, pueden ayudarnos a estudiar procesos económicos en la "larga duración" como el de la producción y comercio del vino.

Hasta la próxima entrada!


domingo, 23 de abril de 2017

Diario de una investigación (XII): Semana del 17 al 21 de Abril




Esta semana ha estado marcada por el seminario Caldos con Historia en la Universidad de Jaén, del que he sido coordinador junto con José Miguel Delgado Barrado y Eloisa Ramírez de Juan. Ha sido una experiencia muy enriquecedora y, de nuevo, me ha permitido difundir parte de las investigaciones que estoy desarrollando en el proyecto Las Columnas del Santo Reino.

La semana pasada –el viernes santo– al revisar la documentación que había recopilado sobre la élite de Alcalá la Real en el Catastro de Ensenada encontré finalmente a los descendientes del mercader Pedro Hernández de Jaén. Entre los patronatos de don Fausto Fernández de Moya encontré algunos fundados por la familia Méndez Zamorano o por el propio Hernández de Jaén. Algunos bienes que tenían los Méndez en el XVI estaban en poder de don Fausto en el XVIII. Tras reconstruir la familia a partir de documentación de Órdenes Militares y de un artículo de Rafael Cañada sobre esta familia jiennense, he podido comprobar que el citado Fernández de Moya era hijo del caballero de Calatrava  don Diego Fernández de Moya y de su tercera mujer doña Isabel María Méndez de Aranda viuda del hispano-genovés don Francisco de Franquis Lasso de la Vega, sin duda una descendiente de los alcalaínos. El paso siguiente va a ser tratar de encontrar referencias a la fundación de los patronatos y mayorazgos de los Méndez en documentación –particiones, testamentos– de los Fernández de Moya del siglo XVIII y XIX. Ya he localizado algunos pleitos en la Chancillería de Granada sobre ellos, espero consultarlos cuando vuelva a Granada.

El día 18 se llevó a cabo el citado seminario. En la sesión de mañana, se habló del vino en la época Contemporánea y Actual. Las dos primeras ponencias versaron sobre el vino de la Rioja a cargo de los profesores de la Universidad de La Rioja Gómez Urdáñez y Luena. Más tarde le llegó el turno al profesor Marchena de la Universidad de Cádiz que habló sobre las bodegas de Jaén en la actualidad.



El profesor Delgado Barrado presentando a los ponentes los profesores Gómez Urdáñez y Luena López. 

A continuación una mesa redonda moderada por Jesús Melero contó con la participación de representantes de seis de las ocho bodegas más importantes de la provincia de Jaén. Las experiencias de los bodegueros, sus empresas, y los nuevos retos del sector vitivinícola fueron algunos de los temas que se trataron.



Mesa redonda 

Acto seguido, los asistentes al Seminario pudimos disfrutar de una degustación de vinos de Jaén obsequiados por las ocho bodegas participantes.


La degustación de vinos de Jaén



Ponentes, organizadores, y representantes de las bodegas junto con el Rector de la Universidad de Jaén

La sesión de tarde dedicada a la época Moderna trató los vinos de Córdoba en el Antiguo Régimen de mano de los profesores Ruiz Gálvez de la Universidad de Murcia y Díaz Rodríguez de la de Córdoba y en mi caso sobre los vinos de Jaén en la Edad Moderna y en particular los de Alcalá la Real, de los que hablaré en una entrada futura.



El profesor Soria Mesa modera la mesa formada por los profesores Ruiz Gálvez, Díaz Rodríguez y el autor de este blog. 

Aquí dejo un video aparecido en Canal Sur informando del Seminario. Minuto 8:57.

Caldos con Historia en Canal Sur

El día 20 de abril pude visitar el Archivo Histórico Provincial de Jaén. Consulté varios legajos del siglo XIX de Alcalá la Real para completar las informaciones sobre su élite. Un interesante testamento otorgado por tres hermanas –algo inusual pues como mucho suelen ser de dos, generalmente marido y mujer- del linaje Montijano y de algunos Fernández de Moya.

Hasta la próxima entrada!

domingo, 16 de abril de 2017

Semana Santa 2017


La Alhambra de Granada por Roberts

Aunque hice una visita al Archivo de la Chancillería de Granada el martes 11 para investigar los Montijano de Alcalá la Real, creo que esta entrada del blog debe limitarse a felicitar a la gente por la Semana Santa y poco más. Las vacaciones son las vacaciones.

Únicamente os dejo el programa del seminario que coordino la semana que viene:






Hasta la próxima entrada!

domingo, 9 de abril de 2017

Diario de una investigación (XI): Semana del 3 al 7 de Abril




Vista de Alcalá la Real a finales del siglo XVII por Pier Maria Baldi

Esta semana me he centrado en el análisis del Catastro de Ensenada de Alcalá la Real. Como sabéis en los Archivos Históricos Provinciales se guarda la documentación referente a este censo patrimonial llevado a cabo en los años centrales del siglo XVIII. Mi idea es estudiar los bienes de la élite alcalaína del siglo XVIII y relacionarlos con los de la élite –esta vez mercantil– del siglo XVI. Me explico con un ejemplo. Si estudio los bienes –especialmente los vinculados– de un hidalgo del XVIII puedo encontrar mucha información de los fundadores de dichos vínculos con bastante probabilidad mercaderes o al menos oligarcas locales. De esta manera espero, encontrar los descendientes del gran mercader Pedro Hernández de Jaén y al mismo tiempo recopilar información sobre la élite alcalina del XVIII en torno a la producción vitivinícola, de cara a un seminario que se va a realizar en Jaén después de Semana Santa. 

El día 3 comencé con el primer libro Relaciones de vecinos seglares. Mi búsqueda se centraba en los miembros de la élite local y todos aquellos que tuvieran viñas o lagares. Pronto aparecieron un buen número de nobles locales: don Antonio Durán Casso Sotomayor, don Fernando Marrón Balboa, don Fernando Montijano de Linares, doña Francisca de Tapia, doña Teresa Montijano de la Rosa, don Diego de Molina Lizaur, doña Alfonsa Alba, don Alfonso de Aranda, entre otros. Casi todos ellos contaban con viñedos y lagares.

El día cuatro por la mañana continué viendo y fotografiando el citado libro.  Por la tarde aproveché para visitar otra de las bibliotecas de Jaén.

Una imagen de la puerta de entrada de la Biblioteca Pública de Jaén

Mi amigo Javier Contreras me recomendó un libro en torno a la historia de Alcalá la Real. Alcalá la Real: historia de una ciudad fronteriza y abacial, cuatro volúmenes en torno a la ciudad desde la prehistoria hasta nuestros días. Algunas noticias de interés para la historia política de la ciudad durante la Edad Moderna, pero no demasiada información para el siglo XVI, que es el siglo que nos  interesa a mi proyecto. En general, como en casi todas las publicaciones que estoy consultando, el uso de los protocolos notariales es mínimo frente a las actas capitulares y otras fuentes municipales. Si queremos hacer Historia Social es necesario que potenciemos la consulta de los fondos notariales, elemento indispensable para la reconstrucción familiar, el análisis de las redes comerciales, y el estudio de las élites mercantiles y nobiliarias.

En cualquier caso hay algunas listas de los grandes propietarios de Alcalá la Real en Ensenada y a principios del siglo XIX. Estas lístas me podrán ayudar a recopilar información sobre la élite alcalaína. 

El día 5 le tocaba al segundo libro de relaciones de vecinos seglares. Pronto me encontré al mayor hacendado de la ciudad: don Pedro de Biedma, un soltero de 68 años que tenía 24 sirvientes que le ayudaban con sus ganados, en su casa y en sus numerosas posesiones rústicas. Más tarde comprobé que era el heredero del obispo de Tuy, don Pedro de Moya, entre otros. Poco después encontré la relación de don Pedro de Góngora Gadea marido de doña Francisca Coello de Portugal que llegó a poseer cuatro vínculos y una memoria en Alcalá que habían fundado sus antepasados don José Gómez de Villalba, Juan Vázquez Mexia, Baltasar de Aranda, Pedro de Pineda Góngora y el capitán Rodrigo de Góngora Pineda. Más adelante reconstruí genealógicamente esta familia, encontrando que son antepasados de varios títulos nobiliarios ligados a Jaén como los condes de Pozoancho del Rey, Corbul y Donadío de Casasola, entre otros muchos. Por último encontré a don Antonio de Utrilla, otro de los grandes hacendados de la ciudad, cuyos antepasados a finales del XVI eran importantes ganaderos de ovejas. Todas estas familias y otras muchas tenían viñedos en Alcalá la Real y participaban activamente en la producción del vino alcalaíno, una actividad económica fundamental para la ciudad en la Edad Moderna de la que hoy quedan muy pocos continuadores.













Un viñedo de Alcalá la Real en la actualidad

Después de recopilar la información llega el momento de analizarla. Seguro que encuentro pistas para  proseguir el estudio del vino en el reino de Jaén.

Feliz Semana Santa! Hasta la próxima entrada!

domingo, 2 de abril de 2017

Diario de una investigación (X): Semana del 27 al 31 de Marzo




El Archivo Municipal de Jaén en su nueva ubicación


El día 28 de marzo continué mis catas en escribanos no consultados hasta el momento. En esta ocasión revisé protocolos de Luis Rodríguez de Villalobos, Francisco Cobo y Nicolás Salido. El primero contiene ventas de cueros y cordobanes de los mercaderes Juan de Palma y especialmente de Martín López de Alcaudete. También contratos de ventas de paños y una compañía para vender paños de Jaén en Granada entre Diego de Baños y Diego Vellorí. Este parece el escribano más vinculado a una familia de la élite giennense que no había salido hasta ahora: los Coello de Portugal. Otro escribano a revisar en profundidad.  Francisco Cobo no me resultó tan interesante. Hay referencias, eso si, al Virrey Torres. Por último Nicolás Salido está lleno de arrendamientos de tierras, pero ni rastro de artesanado o comercio. 


El día 29 de marzo decidí visitar por primera vez el Archivo Municipal de Jaén. Ocupa el antiguo edificio del Banco de España en Jaén desde hace poco tiempo y todavía están en proceso de traslado. Hay algunos instrumentos de descripción en papel. En los archivos municipales pueden encontrarse todo tipo de documentos; para mi estudio pueden ser de interés aquellos documentos de la fiscalidad municipal. Hay ciertos impuestos que se cargan sobre la producción y el comercio. Por ejemplo las alcabalas y las rentas del jabón, el aceite, las minucias, etc. En Jaén había una "renta del viento de los forasteros"  –debe ser la alcabala del viento– que era pagado por los extranjeros al introducir mercancías en la ciudad. Desgraciadamente la sección de hacienda municipal está sin describir y solo se pueden consultar unos pocos documentos ya descritos en otras secciones. 

Vi algunos documentos sobre la renta del jabón y ciertos ensayos que se hicieron en el siglo XVI para comenzar con la producción, a partir de la experiencia previa en las almonas de Córdoba. También un documento sobre la fabricación y salida de cordobanes de la ciudad de Jaén a finales del XVII. Dejé para más adelante algunos documentos en torno al zumaque y al azúcar. 

En este archivo quiero consultar –también– las actas capitulares del cabildo municipal. Al parecer se conservan para todo el periodo de estudio (1580-1600) y espero poder encontrar noticias sobre la élite que regía la ciudad. Algunos mercaderes participan en dicho gobierno como jurados y veinticuatros, por lo que también puede resultar de interés.

El resto de la semana quedó marcada por un evento académico en el que participé. En este caso el Seminario Internacional. Movilidad social y movilidad política en la construcción de las Monarquías Ibéricas. Se celebró en Córdoba y en Sevilla los días 30 y 31 de marzo. 















Participé con una ponencia titulada “De cargadores a Indias a títulos del reino. Comercio y ascenso 
social en la Sevilla de los siglos XVI y XVII”. En ella analicé las familias de una serie de mercaderes radicados en Sevilla que participaban activamente en el comercio con las Indias Españolas. Estos mismos vendían, entre otros muchos productos, paños de Baeza y cordobanes de Jaén e importaban cueros de Indias y el tinte cochinilla, indispensables para la economía del Santo Reino. La mayoría de ellos, partiendo de orígenes modestos, ascendieron gracias al comercio y su participación política en la ciudad de Sevilla a caballeros de órdenes militares, señores de vasallos y títulos del reino. Una oportunidad estupenda para reencontrarme con maestros, amigos y colegas de profesión para dar a conocer nuestras investigaciones. 


El autor de este blog rodeado de grandes especialistas en el comercio y las finanzas durante la Edad Moderna (los profesores Fernández Chaves, Herrero Sánchez y Sanz Ayán)

Aprovecho la ocasión para enlazar a las páginas web del Laboratorio de Estudios Judeoconversos (LEJ) de la Universidad de Córdoba, una de las organizadoras del evento, institución de la que actualmente soy secretario. 

Página web:


Facebook:

Y su portal de YouTube: El Archivo del Tiempo, con varios vídeos relacionados con nuestras líneas de investigación.


Hasta la próxima entrada!